Teksty: La Renga. El Sátiro De La Mala Leche.
(Gustavo Napoli)
Tenia veintiocho y nunca nunca la ponia
su problema sexual crecia dia a dia
hasta que un dia no pudo mas la leche hervia, que hervia.
Se compro un sobretodo largo hasta los tobillos
y sin ropa interior se fue a caminar por Caballito
a buscar una mujer que saciara su placer.
Antes de la madrugada se paro en una esquina
a esperar que apareciera una linda palomita
cuando de repente vio a una morocha cautivante
que se acercaba a las garras del inesperado amante.
La arrincono contra la pared, le levanto la minifalda
le rompio la medibacha y empezo a manosearla
el no habia tenido antes tal terrible sentimiento.
Pero los gritos de la guanaca se escucharon hasta el cielo, el se puso tan nervioso que no encontraba el agujero, cuando se quiso acordar se vio rodeado de patrulleros.
Y ese fue el fin de su suerte, lo llevaron detenido
no fornico dejo fornicar y encima lo fornicieron
cuando le dieron la bienvenida los muchachos de TEDEBO
Tenia veintiocho y nunca nunca la ponia
su problema sexual crecia dia a dia
hasta que un dia no pudo mas la leche hervia, que hervia.
Se compro un sobretodo largo hasta los tobillos
y sin ropa interior se fue a caminar por Caballito
a buscar una mujer que saciara su placer.
Antes de la madrugada se paro en una esquina
a esperar que apareciera una linda palomita
cuando de repente vio a una morocha cautivante
que se acercaba a las garras del inesperado amante.
La arrincono contra la pared, le levanto la minifalda
le rompio la medibacha y empezo a manosearla
el no habia tenido antes tal terrible sentimiento.
Pero los gritos de la guanaca se escucharon hasta el cielo, el se puso tan nervioso que no encontraba el agujero, cuando se quiso acordar se vio rodeado de patrulleros.
Y ese fue el fin de su suerte, lo llevaron detenido
no fornico dejo fornicar y encima lo fornicieron
cuando le dieron la bienvenida los muchachos de TEDEBO
La Renga
La Renga
Popularne wyszukiwania